lunedì 4 febbraio 2008

Manuel Portaceli sobre el Teatro Romano de Sagunt


El arquitecto valenciano Manuel Portaceli, autor junto al italiano Giorgio Grassi de la rehabilitación del Teatro Romano de Sagunt (Valencia), aseguró hoy que acata "por su puesto" la sentencia del Tribunal Supremo que obliga a revertir esta obra en 18 meses aunque "no la comparto" y recalcó que "haber convertido en un momento dado el monumento en un arma arrojadiza va en contra del hecho artístico". Portaceli expresó a Europa Press su "pesar" por la decisión del ato tribunal, "que acato, por supuesto, aunque no comparto porque priva de una infraestructura cultural a los saguntinos y a los ciudadanos en general". Igualmente, lamentó que "un tema que pertenece al ambito de la cultura se haya transformado en una cuestión jurídica cuando era un hecho artístico", dijo.

Asimismo, el arquitecto reivindicó el trabajo de recuperación llevado a cabo en el teatro y recordó que esta rehabilitación "se estudia en las principales universidades europeas, figura en la historia de la arquitectura y resultó finalista de los prestigiosos premios Mies van de Rhoe". En este sentido, el autor valenciano agregó que "hicimos el proyecto que pensábamos que correspondía poniendo lo mejor de nosotros mismos" y subrayó que "en su día fue aprobado por las autoridades pertinentes". Por ello, aseguró no conocer "ningún caso en el mundo" que se pueda comparar con la situación creada en Sagunt tras la sentencia dictada por el Tribunal Supremo. Esta circunstancia ha hecho que también su colega Giorgio Grassi se encuentre en estos momentos "muy sorprendido" por los hechos, aseguró. Interrogado por su opinión acerca de si la reversión de las obras es factible, Portaceli sólo comentó que "el escenario es junto a las gradas el espacio característico del teatro romano" por lo que eliminarlo "es privarle de esa recuperación".

TEMA JUDICIAL Y ADMINISTRATIVO Manuel Portaceli apuntó que ningún representante de la Administración se ha puesto en contacto con él tras el fallo del Supremo y lo atribuyó a que ahora este es un "tema a nivel judicial y administrativo". El arquitecto recalcó que "hicimos el proyecto que pensábamos que correspondía buscando la lectura de un monumento". "Que el Teatro Romano, por desgracia, se convirtiera en un arma arrojadiza va en contra del hecho artístico", sentenció.
La sección cuarta de la sala de lo contencioso-administrativo del Tribunal Supremo confirmó la pasada semana la decisión del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) sobre la forma en que se ejecutará la reversibilidad de las obras del Teatro Romano de Sagunt, establecida en el auto de ejecución en un período de 18 meses. Según el alto tribunal, ese auto es "cuidadoso" y "preciso" en cuanto a la intervención sobre el teatro, que se ha hecho "guiado por la opinión de los expertos". De esta manera, la sala desestimó el recurso de casación interpuesto por el Ayuntamiento de Sagunt frente al auto del TSJCV que desestimaba su recurso de súplica en el que pedía que la ejecución garantizara el continuado uso cultural del teatro, y estimaba en parte el interpuesto por la Generalitad, fijando como plazo de realización de las obras un periodo de 18 meses.

Dichiarazione rilasciata da M. Portaceli il 4 febbraio 2008 a Europa Press e pubblicata sul sito http://www.e-valencia.org/ portale di discussione sulla politica culturale della comunità valenciana.

1 commento:

Stefanor ha detto...

L'emozione provata per la visita al Teatro Romano di Sagunto, tanto studiato sulle pubblicazioni fin dai tempi dell'università, ha solo in parte compensato la delusione provata per la sterilità letta tra le righe dei conclamati interventi di Calatrava nella città di Valencia. La notizia della volontà di demolizione dell'intervento di Giorgio Grassi l'ho appresa in loco, solo ieri. Eppure per tutti coloro che vedono una via per un riutilizzo "attivo" dei ruderi attraverso il restauro "di intergrazione", spero in cuor mio che la sentenza del tribunale spagnolo non abbia mai esecuzione.
Stefano RAGAZZI